11 de julio de 2014

Santa María de Nogales

Hace ya tiempo que no escribíamos una entrada sobre algún monasterio, y no queremos que se olvide esta parte importante de los lugares abandonados. Asi que en este artículo hablaremos sobre la historía de Santa María de Nogales.

El monasterio se haya enclavado a la orilla del rio Eria en las cercanías del municipio de San Esteban de Nogales, provincia de León.

Las primeras noticias que se tienen del monasterio se remontan a 1149 cuando el Rey Alfonso VII de León (El Emperador) donó al noble Vela de Gutiérrez y a su esposa Sancha Ponce de Cabrera la Villa de Nogales en pago a los servicios prestados.

Una vez recibido el pago, el matrimonio donó a su vez la Villa a la abadesa del Monasterio benedictino de San Miguel de Bóveda, situado en Orense con el fin de que la orden benedictina construyera un monasterio en las tierras leonesas. El intento de creación de este primer monasterio fue fallido y a la muerte de Vela Gutiérrez en 1160 las monjas devuelven el monasterio inacabado a la viuda.



Posteriormente en 1164 Sancha de Ponce decide donar el monasterio inacabado al Monasterio cisterciense de Santa María de Moreruela, al cual anteriormente hemos dedicado un reportaje en el blog. Haz clic aquí para leerlo y completar la historia.

Los monjes cistercienceses de Moreruela terminan de edificar Santa María de Nogales con la ayuda de múltiples donaciones.

El monasterio estuvo habitado hasta 1836, cuando fue exclaustrado durante la desamortización de Mendizábal. A partir de ese momento comienza su abandono y decadencia hasta llegar al estado actual.

Comenzamos nuestra visita con una vista aérea que nos ayuda a hacernos la idea del tamaño del monasterio. Desde su interior apenas podemos apreciar sus dimensiones debido al deterioro de sus muros y a la maleza que se acumula en su interior.



Nada mas bajarnos del coche nos encontramos con su formidable fachada, en la que podemos distinguir la iglesia con espadaña del resto del monasterio.






Nos detenemos frente a la entrada principal para observar su escudo heráldico. Ésta es la parte mejor conservada del monasterio.



La fachada de la iglesia aún conserva la espadaña y el arco de entrada que hasta el momento se ha librado del saqueo. No han corrido la misma suerte otros arcos y partes labradas de la sillería que han sido constantemente saqueadas.








Aun se pueden observar algunos detalles curiosos de su construcción, como son los arcos de ladrillos pintados que podemos observar en las ventanas superiores del bloque situado más a la izquierda.



Una vez vista la fachada pasamos al interior y nos abrimos paso con dificultad entre la maleza.









Cuando alcanzamos el espacio que en tiempos habría ocupado el claustro vemos una pequeña oquedad que nos conduce a un espacio abovedado.






Continuamos la visita hacia el interior de la nave de la iglesia, en la que en tiempos se encontraban los sepulcros del caballero Suero de Quiñones y su esposa Elvira de Zúñiga que hoy en día se encuentran en el Hispanic Society of America de Nueva York. Los sepulcros fueron realizados por Pompeo Leoni








Terminamos el reportaje con una fotografía de la puerta del recinto que delimitaba el terreno del convento. Igual que este monasterio, por toda nuestra geografía hay numerosos edificios singulares que quedaron abandonados durante las desamortizaciones. Con este pequeño reportaje queremos que no se olvide su historia.







3 comentarios:

  1. Gracias por compartir estas hermosas fotos y el relato de la visita al sitio. Saludos.

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  2. Muchas gracias por el comentario, esperemos que se haga algo por conservarlo y así pueda disfrutarlo mucha gente más.

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  3. Solo por los restos del pórtico el lugar ya vale la pena, los detalles y la naturaleza adueñándose del lugar poco a poco tampoco tienen desperdicio. Muy bueno.

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