Psiquiátrico Barrow Gurney

El hospital psiquiátrico fue uno de los pioneros en implantar terapias como el electroshock. Contaba con numerosas instalaciones para los pacientes incluyendo lugares residenciales.

Frente de Somosierra

Nos acercamos a un paraje en el que se vivió una de las primeras batallas de la Guerra Civil.Recorremos el frente en busca de bunkers, trincheras y cualquier vestigio que pueda quedar.

Château Noisy

Este impresionante palacio construido por una familia noble francesa, yace hoy totalmente olvidado. Nadie recorre sus innumerables estancias ni sube por su impresionante escalinata.

Preventorio abandonado

Interminables pasillos y terrazas recorren este inmenso edificio donde antiguamente se suministraban tratamientos contra la tuberculosis a niños y adultos.

Valdegrulla

Valdegrulla es uno de los innumerables ejemplos de despoblación de nuestra península. Abandonado en 1997 dejá atras una interesante historia y un gran ejemplo de arquitectura popular.

14 de noviembre de 2011

El Pontón de la Oliva

La presa del Pontón de la Oliva es una de las obras de ingeniería civil más notables del Madrid del S. XIX, aunque su corta historia estuvo llena de dificultades y la presa cayó en desuso poco tiempo después de ser construida.


Hasta mediados del S. XIX, Madrid se abastecía de agua gracias a 54 fuentes. Este suministro se quedaba escaso para los 260.000 habitantes de la capital, un número que además aumentaba rápidamente. Por ello era necesaria una mejora del suministro, algo de lo que se ocupó Juan Bravo Murillo, el Ministro de Comercio, Instrucción y Obras Públicas bajo el reinado de Isabel II. En 1848 oredenó algunos estudios preliminares para explotar el agua de los ríos cercanos a la capital. El 15 de diciembre del mismo año se aprobó el anteproyecto para traer agua a Madrid de los ingenieros Juan Rafo y Juan de Ribera. Pensaban utilizar el agua del río Lozoya por su calidad.



El 11 de agosto de 1851 el Rey Consorte Francisco de Asís puso la primera piedra de la presa. En 1856 la presa estaba lista para ser probada. La inauguración de la presa tuvo lugar el 24 de junio de 1858, cuando estuvieron finalizadas las obras de ese sector del Canal de Isabel II. EL primer depósito que abastecía Madrid se construyó en el Campo de Guardias, en la calle Bravo Murillo. Posteriormente se construyó una fuente en la Calle ancha de San Bernardo para celebrar la llegada de las aguas a la capital.





La construcción fue realizada por 1.500 presos y 200 obreros libres con los medios de la época. Entre estos medios se incluía el uso de palomas mensajeras como medio de comunicación. Aparte de las duras condiciones de trabajo, también sufrieron una epidemia de cólera en el campamento de construcción.




Se construyó una presa de gravedad que utiliza su propio peso para contener el agua. En su base la presa tiene un espesor de 39 metros, y en la parte superior 6.72. La longitud es de 72.44 m y la altura total, incluyendo 5 metros de cimientos es de 32 metros. La presa se construyó con sillería de piedra y mortero de cal. También hay una torre de captación de una altura similar a la de la presa.



Pese al gran esfuerzo que supuso, pronto se vio que la presa no iba a solucionar los problemas de abastecimiento de Madrid. Sufría numerosas filtraciones debido a la propia tipología del terreno, lo que hacía imposible llenar adecuadamente el embalse. Esto obligó a que en 1860, sólo 2 años después de la inauguración, se tuviera que construir la pequeña presa de Navarejos ya que en época de sequía las filtraciones hacían imposible la captación de agua del Pontón de la Oliva.

El final del Pontón de la Oliva llegó con la construcción de la presa del Villar, aún hoy en funcionamiento y que recibe el nombre de un poblado de la zona ya desaparecido entonces. La primera piedra se colocó el 26 de junio de 1870, y el embalse empezó a funcionar en 1873, aunque las obras no se finalizaran hasta 1882. La presa del Villar es una obra notable, ya que es la primera presa abovedada construída en el mundo, y además sigue en activo 140 años después del inicio de su construcción.

La presa del Pontón de la Oliva nunca funcionó a pleno rendimiento, y su vida útil fue muy corta. Su fracaso no se debió tanto a una mala ejecución de las obras como al desconocimiento de las propiedades del terreno.

En el momento de nuestra visita, en julio, el caudal del río Lozoya era muy bajo, aunque en épocas de mucha lluvia la presa puede llegar a rebosar.



Uno de los caminos de servicio.


El canal que se abrió para dejar paso al río cuando la presa se dejó de usar.





En el lado izquierdo de la presa está la casa de compuertas, además de unas enormes tuberías de canalización.





La torre de captación sirve para regular el nivel del agua contenida en la presa. Es una torre con aberturas a diferentes niveles controladas por un sistema de engranajes en la parte superior.





Desde lo alto de la presa, en la parte trasera vemos el río Lozoya, y en la delantera el pontón que da nombre a la presa.



Además, cerca de la presa se encuentra la ermita de la Virgen de la Oliva. Se constuyó en el S. XII o XIII, y actualmente está incluída en la Lista Roja de Patrimonio debido a su mal estado de conservación.






Actualmente es un lugar frecuentado por los aficionados al senderismo y la escalada. Aparte de la presa en sí, el entorno tiene gran valor y merece la pena visitarlo.