Psiquiátrico Barrow Gurney

El hospital psiquiátrico fue uno de los pioneros en implantar terapias como el electroshock. Contaba con numerosas instalaciones para los pacientes incluyendo lugares residenciales.

Frente de Somosierra

Nos acercamos a un paraje en el que se vivió una de las primeras batallas de la Guerra Civil.Recorremos el frente en busca de bunkers, trincheras y cualquier vestigio que pueda quedar.

Château Noisy

Este impresionante palacio construido por una familia noble francesa, yace hoy totalmente olvidado. Nadie recorre sus innumerables estancias ni sube por su impresionante escalinata.

Preventorio abandonado

Interminables pasillos y terrazas recorren este inmenso edificio donde antiguamente se suministraban tratamientos contra la tuberculosis a niños y adultos.

Valdegrulla

Valdegrulla es uno de los innumerables ejemplos de despoblación de nuestra península. Abandonado en 1997 dejá atras una interesante historia y un gran ejemplo de arquitectura popular.

11 de agosto de 2012

Bunkers en Madrid: Frente de Somosierra


En  este reportaje os traemos las imágenes de nuestro viaje al frente de Somosierra. No tan conocido como la Batalla de la Granja o Brunete, también jugó un papel decisivo en la defensa de Madrid ante los ataques del ejército sublevado.


 La batalla de Somosierra tuvo lugar al inicio de la Guerra Civil. En el alzamiento, la provincia de Segovia se unió al bando nacional, y desde allí partieron diferentes ataques a través de los principales pasos de montaña. Uno de ellos era Somosierra, que se encuentra en la carretera Madrid – Irún, actual A-1 (N-I).
Antes del golpe de estado, desde Madrid ya había partido un grupo de falangistas hacia Somosierra. Su misión consistía en tomar el túnel ferroviario del puerto de Somosierra. El túnel todavía estaba inacabado, ya que aún no se había tendido la vía, pero era transitable y constituía una importante vía de comunicación. El 18 de julio en el día siguiente al inicio del golpe de estado, los falangistas toman el túnel, pero la maniobra es observada por un peón caminero que da la voz de alarma en Buitrago de Lozoya, de donde parte una expedición de voluntarios republicanos que consiguen retomar el túnel. De esta forma quedaba bloqueado el paso a las tropas del general Mola, cuyo objetivo era avanzar hacia la capital, y  hacerse con el control de los embalses que la suministraban agua. Si conseguían tomar los embalses, Madrid debería rendirse en ocho días.


Al día siguiente, desde  Burgos llegaron varios camiones con efectivos fascistas mandados por Carlos Miralles. Dos días antes los 42 primeros combatientes de este grupo ya se habían reunido en Burgos para comenzar el viaje. Ese mismo día empezaron los enfrentamientos en Somosierra.  El día 20 de julio llegan las primeras unidades de milicianos republicanos al mando del Coronel Castillo, los capitanes Galán y Hernández Gil y el comandante Burillo.
El día 24 de julio, las tropas del general García Escámez, bajo el mando del propio Mola, atacan fuertemente la línea de Somosierra y consiguen tomar el puerto al día siguiente. De nuevo recuperan el túnel ferroviario, que es utilizado como puesto de mando, polvorín y hospital de campaña. El 25 cae Somosierra, los nacionales intentarán avanza hasta Buitrago, mientras que la columna Mangada, a las órdenes de Miralles hasta su muerte, se dirige hacia El Espinar, en Segovia.


Con esta posición estabilizada, las fuerzas nacionales intentan avanzar hacia Madrid siguiendo el plan original de invadir la capital desde varios puntos e invaden varias poblaciones, pero son detenidos por la Brigada 13 al mando del capitán republicano Francisco Galán , que partiendo desde Buitrago de Lozoya frena a las tropas de García Escámez cerca de Madarcos en un primer momento.
Los efectivos republicanos son empujados hasta la Peña del Alemán por la acción de la aviación alemana (principalmente por el bombardeo de los Stukas), y cerca de allí se fortificaron los nacionales en una zona que llamaron “La Muralla de Acero”, desde la que bombardearon con todos los medios disponibles  las posiciones enemigas y la población de Buitrago de Lozoya, destruyendo el hospital de San Salvador, la torre de la iglesia y numerosas casas.

 Después de estos combates el frente se estabilizó hasta el mes de noviembre, cuando llegó la ayuda soviética. Además fue en este mes, el día 5, el momento de los combates más intensos. El poeta Miguel Hernández escribió un poema recordando lo sucedido aquel día. Los tanques y aviones enviados por la URSS sirvieron para obligar a retroceder al ejército nacional hasta la zona entre Paredes de Buitrago (antes de la guerra civil se llamaba paredes de la Sierra)  y Robregordo, donde se estabilizaría por fin el frente hasta el final de la guerra. El general Mola decidió no seguir avanzando hacia Madrid por este camino debido a la resistencia encontrada y a las dificultades logísticas.

 La primera posición que visitamos fue la Peña del Alemán, cerca de Buitrago. Es una zona elevada ocupada por los republicanos en la que situaron un puesto de mando defendido por un bunker y varias trincheras. Desde allí se controlaban diversas posiciones enemigas, como el Fortín de la Llorona y el Observatorio Casado, además de la N-I, la carretera de Burgos, y al fondo el puerto de Somosierra. Tambien conocida como cerro Cabeza Velayos, durante la guerra se le llama Peña del Alemán en memoria de Max Salomón, que fue herido de gravedad en esta posición durante los primeros días de la guerra.

Antes de llega al centro de mando, encontramos varios tramos de trincheras.



El centro de mando, cuyo techo se ha hundido.



Al norte del centro de mando se encuentra el bunker que lo defiende, y desde el que vigila la carretera N-I y el comienzo de la "Muralla de Acero".




Después nos dirigimos al cercano fortín de la Llorona, perteneciente al bando nacional. Desde allí se controlaba la posición republicana en la peña del Alemán, así como el paso por la carretera de Burgos. Era parte de la “Muralla de Acero”, que comprendía además el Observatorio Casado y el fortín de la Retamosa.
 


 

Esta es la vista de la Peña del Alemán que tenían los soldados nacionales:


Desde el fortín de la Llorona pudimos ver el fortín de la Retamosa.



En tercer lugar nos encontramos con el fortín de Peña Zorreras, una posición republicana que cerraba la parte más meridional del avance nacional. Además defendía el pueblo de Gandullas, y por su configuración sabemos que el armamento que se utilizaba desde ese lugar eran ametralladoras. Desde este bunker se alcanza a ver el fortín de la Llorona.





En la carretera de camino a Paredes de Buitrago encontramos un parapeto dentro de la zona controlada por los nacionales. A su alrededor había trincheras, pero en la actualidad es muy difícil verlas por la vegetación.



Más adelante encontramos el primer búnker nacional de la zona de Paredes. Forma parte de una línea que seguimos hasta la zona de control del Cerro Pelao. Este bunker se encuentra en buen estado, conservando la entrada parapetada. En el momento que el frente llegó a esta zona, el ambiente era más tranquilo que durante las primeras ofensivas sobre Somosierra. Como cuenta Juan Acosta Jurado, cartógrafo del ejército republicano que combatió en esta zona, no hubo ninguna baja en su bando hasta que finalizó la guerra. No hubo grandes ataques, y lo único destacable era el bombardeo de morteros y artillería.




Junto a la larga entrada al bunker hay un parapeto construido aprovechando las rocas.


 

A pocos cientos de metros se encuentra el segundo bunker de la carretera de Paredes. Es similar al primero, aunque no tiene parapeto y la entrada es más corta.




El tercer bunker se encuentra un poco más adelante, y junto a él quedan los restos de lo que fue el cuarto fortín.






Abandonamos la carretera para seguir la línea del frente y llegamos hasta el centro de mando de Cerro Pelao. Actualmente la zona es un pinar protegido, y se dice que esos pinos fueron mandados plantar por Franco una vez terminada la guerra. Es la fortificación más grande que hemos encontrado en este frente.


El puesto está grabado con diferentes inscripciones falangistas. Se puede leer "Arriba España" en la entrada, y en una de las paredes aparecen el yugo y las flechas.



Restos de una chimenea.




La zona está recorrida por multitud de trincheras entre los pinos.


Nuestra siguiente parada es un bunker nacional situado junto a la N-I. A espaldas del bunker se encuentra el cerro Pinuécar, en cuya cima está el observatorio Casado. Esta posición se puede ver desde la Peña del Alemán.




La última posición que visitamos es un bunker en Villavieja de Lozoya, con varias trincheras a su alrededor.






Al final de nuestro viaje nos quedaron varias posiciones por ver. Algunas tienen un acceso bastante sencillo, pero para otras es neceario hacer un largo recorrido a pie. 

Esperamos seguir recorriendo los escenarios de la Guerra Civil.

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