Esta vez encontramos un lugar poco habitual. No todos los días exploramos sitios que nos llevan tanto al pasado como una vieja empresa de máquinas recreativas.
Cada vez somos más mayores quienes recordamos las máquinas recreativas como un icono de nuestra infancia. Era la forma que había de acceder a juegos técnicamente muy superiores a lo que ofrecían las videoconsolas caseras. De hecho muchos juegos de recreativa tenían sus versiones (descafeinadas) en videoconsola, como el legendario Golden Axe por poner un ejemplo. El problema era la cantidad de monedas que te podías dejar en juegos míticos como Pang, Cadillacs & Dinosaurs, Metal Slug o mi favorito Warriors of Fate. Con esa sobredosis de nostalgia empezamos la exploración.
Encontramos lo que parecía ser el taller de reparaciones, por la cantidad de piezas y manuales que quedaban.
Entre los manuales había uno que nos indicaba que no sólo trabajaban con videojuegos, sino también con máquinas de pinball.