Anteriormente llegó a haber alrededor de 50 locomotoras almacenadas en el lugar, aunque cuando nosotros llegamos su número se había reducido.
El lugar se encuentra en una zona muy industrializada, y consta de unas grandes naves dode se encuentran la mayoria de las locomotoras, aunque también hay cierto número de ellas en el exterior junto a otras máquinas que todavía están en funcionamiento.
Recorremos el interior del depósito donde descansan las locomotoras.
Habia unas pequeñas oficinas y casetas de manteniemiento, ya que el deposito sirvio de taller.
Una locomotora de maniobras.
Subimos a bordo de la Bravo 7339, aunque no nos llevará demasiado lejos...
Una caja de herramientas, y en el centro un depósito de arena. Estas locomotoras usaban una arena muy fina para aumentar la tracción cuando fuera necesario, como en el arranque o en las pendientes, vertiéndola sobre los raíles
El motor de la Bravo 7339. Como curiosidad, las locomotoras diésel son en realidad eléctricas, ya que el motor no impulsa las ruedas motrices, sino que alimenta un generador que produce electricidad. El tamaño de estos motores es impresionante- Se accede a ellos a través de un estrecho pasillo, y en conjunto son casi tan altos como una persona.
El interior de otra máquina mejor conservada. Tanto que parecía que fuese a arrancar en cualquier momento...
Tenemos muy buenos recuerdos de este abandono por ser el primero en el extranjero, y por haber disfrutado de la inmejorable compañía de un gran grupo de exploradores. También queremos recordar especialmente a nuestro compañero Alex, que aunque no pueda acompañarnos siempre estará con nosotros.