15 de marzo de 2014

Batería J4 del Cabo Silleiro

En tierras gallegas encontramos un lugar cargado de historia. Se trata de las baterías del Cabo Silleiro.


La base J4 del Cabo Silleiro protegió la ría de Vigo en su extremo sur durante décadas. El primer artillado data de 1923, cuando se colocaron dos de los veinte cañones Vickers de 101 mm del primer acorazado de la Clase España, después de que éste embarrancara en el cabo de Tres Forcas (Junto a Melilla) a causa de la espesa niebla. A principios de los años 40 se añadió un tercer cañón.

Acorazado de la Clase España, partiendo de aguas Gipuzcoanas hacia la Guerra de Marruecos en 1922.

Ya fue en 1943 cuando se construyeron las baterías tal y como las conocemos. Se instalaron las 4 piezas Vickers de 152,4 mm y se creó el Regimiento de Costa que operaría esa batería durante más de 3 décadas.



De los años de la posguerra llegan historias de presos republicanos que fueron torturados hasta la muerte, pero no tenemos documentos que lo confirmen.

Con el final del franquismo el Regimiento de Costa se disolvió en 1979. Entonces se convirtió en un cuartel que muchos vecinos de la zona recuerdan porque allí cumplieron el servicio militar.

Esa fue su función hasta que el servicio militar obligatorio desapareció, y a partir de ese momento quedó vigilada solamente por un pequeño retén de militares. Habitualmente se trataba de tres hombres, un sargento y dos cabos. Normalmente el sargento volvía a Baiona cada noche para dormir, dejando a los cabos a cargo de la vigilancia del lugar. Esta situación se mantuvo hasta 1998, cuando la base fue abandonada definitivamente.

Antes de su abandono, hay una historia curiosa: Se cuenta que los militares que vigilaban la base eran testigos de extraños gritos y murmullos durante la noche, y que a veces éstos eran tan fuertes que incluso los militares llegaron a marcharse de la base para refugiarse en el cercano faro.

También se dice que un grupo de gente ataviada como miembros del Ku Klux Klan fueron vistos en la base militar quemando una cruz. Este hecho apareció en la prensa local.

Después de su abandono, fue reabierto en 2002 para vigilar la evolución de la marea negra desatada por el Prestige y que tanto daño causó a las costas gallegas.

Finalmente, en 2004 se produjo una triste noticia. Se encontró el cadáver de una joven de 19 años que fue violada. Con eso la leyenda negra del lugar ha seguido creciendo.

En la actualidad la base está bastante deteriorada, mientras que los bunkers todavía resisten el paso del tiempo y el vandalismo. Nuestra visita comienzaascendiendo por la sinuosa carretera que pasa junto al faro. Desde allí ya podemos ver los cañones.


Ése fue nuestro punto de partida de la exploración. Seguimos ascendiendo hasta que llegamos junto a estas grandes piezas de artillería.




Desde ahí nos dirigimos al búnker de telemetría, desde el que se calculaba el tiro de los cañones. Consta de dos niveles, y el inferior está tapiado.








En su interior encontramos el anclaje del Alza Directora, la herramienta principal para calcular el tiro. Ésta era el alza cuando aún estaba en su lugar.


Y lo que podemos contemplar ahora: su anclaje.


También encontramos una escalera que desciende a la red de túneles que conectan las piezas de artillería y el cuartel entre sí. Hay que tener en cuenta el riesgo que tiene adentrarse en lugares de este tipo, por lo que es recomendable no entrar en ellos. Cualquier incidente por pequeño que sea puede tener serias consecuencias.


La red de túneles comprende unos 200 metros de pasadizos y diferentes estancias, además de los emplazamientos de artillería, tal y como se puede ver en este mapa.



Después nos dirigimos al búnker de observación. El ascenso por la ladera fue duro... pero las vistas merecen la pena.







Después nos dirigimos al cuartel, que habíamos visto desde el búnker de telemetría. Un plano nos da una idea de la distribución de los edificios.




 El lugar está bastante deteriorado, aunque todavía se pueden reconocer algunos elementos. A la entrada nos encontramos con un gran arco, y junto a él las cuadras. De la cantina, los servicios, los barracones y demás instalaciones poco queda.






También encontramos la entrada a la red de túneles, pero actualmente está tapiada.



En la actualidad se quiere rehabilitar la zona. En 2011 se planteó un proyecto para construir un hotel en la parte alta, ya que el Cabo Silleiro marca un lugar privilegiado dentro del Camino de Santiago Portugués, y además el lugar tiene gran valor ecológico.


6 comentarios:

  1. Explorado y documentado a la perfeccion, gran trabajo. Saludos

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  2. As infraestruturas estão muito degradadas.
    Quase tivemos um acidente que poderia ter sido grave quando se soltou uma telha durante uma sessão de fotos.
    Esta estrutura deveria ter sido encerrada ao público.
    Ninguém tem a noção dos acidentes que podem ocorrer.

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  3. Cuando se visita un sitio en ruinas ya se sabe que pueden ocurrir accidentes y hay que tener cuidado, no hace falta que nos protejan siempre las instituciones públicas.

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  4. Los extraños gritos que se oían, eran de un búho (curuxa) que se colocaba por las noches en el pico de la garita que mira hacia Baiona. Nadie quería hacer la guardia allí. Y yo participé en la broma del fantasma. Nada de quemar cruces.

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