Internado para los hijos de los barqueros.

Este es hasta ahora uno de los mejores abandonos en los que hemos podido estar. Se trata de un "castillo" construido durante el S.XII. En el S.XIV fue residencia de los abades de San Bavón, después de la Revolución Francesa pasó a manos privadas y en 1948 se vendió al Estado.
Desde entonces hasta su abandono fue un Schipperskinderen (internado para los hijos de los barqueros).

El castillo contaba contaba con un gran jardín y una casa de hielo, que servía como despensa.
Las siguientes fotografías muestran la fachada principal del palacio y la escalera interior en la epoca que era un internado.

Y ahora comienzan nuestras fotografias, que aunque no de muy buena calidad (estrenaba cámara), espero que os puedan transmitir parte del encanto del lugar, que aunque en mal estado, todavia muchas de sus estancias transmitían la grandeza de otros dias.

Uno de los edificios que formaban parte del complejo. Lo que fué una casa señorial ahora convertido en un almacén.

Fachada posterior del castillo.

Escalera de manteniemiento

El salón principal, presidido por un preciosa chimenea. En el recorrido por el internado pudimos contemplar varias chimeneas, todas ellas distintas con diferentes composiciones y motivos.

Decoración infantil en el salón principal.



Estancia situada en la planta baja.

Percheros donde los niños colgarían sus abrigos.

La escalera principal es elemento más significativo del lugar. No puedo evitar sentir tristeza al compararla con fotografía inical en la que se ve la importancia que tuvo en esos días. (Siempre me da pena que los edificios se abandonen, pero cuando tienen un valor patrimonial como es el caso de este internado, aun más. Se deberia hacer un esfuerzo por conservarlos)

Cuadro de electricidad.

Una de las alulas del internado. Aún conservan libros y algo de material escolar.

Un curioso lavadero quedaba escondido entre montañas de mesas y sillas.



Las cocinas estan situadas en un semisótano y aún conservan muchos de los elementos originales. En los sótanos tambien pudimos encontrar una sala de reparaciones, la sala de calderas y la despensa.

Algunos de los documentos que pudimos ver.

Subimos a la primera planta, donde se encontraban las habitaciones y diversos salones.

Una de las salas más interesantes, donde tuvimos la oportunidad de saber algo más acerca dela historia del internado. Allí encontramos unos cuantos expedientes, postales y cartas de los profesores y niños que vivían en él.

Un estudio fotográfico que aún es reconocible.

Más habitaciones que ahora sólo sirven para almacenar objetos que ya no se usarán.

Y subimos a la última planta. Aquí encontramos un archivo con todos los exámenes ,ejercicios y libros de texto de los antiguas alumnos.

La subida a la torre, en la que no hay nada reseñable. La estancia está vacia y llena de palomas.

Una extraña composición formada por 3 puertas.

Una cartilla para aprender a leer (me acuerdo de las mías de Micho)



Visitando este internado pasamos muy buenos momentos, y sólo espero que algún día podamos verlo rehabilitado. Los edificios también se merecen una segunda oportunidad.