Psiquiátrico Barrow Gurney

El hospital psiquiátrico fue uno de los pioneros en implantar terapias como el electroshock. Contaba con numerosas instalaciones para los pacientes incluyendo lugares residenciales.

Frente de Somosierra

Nos acercamos a un paraje en el que se vivió una de las primeras batallas de la Guerra Civil.Recorremos el frente en busca de bunkers, trincheras y cualquier vestigio que pueda quedar.

Château Noisy

Este impresionante palacio construido por una familia noble francesa, yace hoy totalmente olvidado. Nadie recorre sus innumerables estancias ni sube por su impresionante escalinata.

Preventorio abandonado

Interminables pasillos y terrazas recorren este inmenso edificio donde antiguamente se suministraban tratamientos contra la tuberculosis a niños y adultos.

Valdegrulla

Valdegrulla es uno de los innumerables ejemplos de despoblación de nuestra península. Abandonado en 1997 dejá atras una interesante historia y un gran ejemplo de arquitectura popular.

6 de noviembre de 2025

Pueblos abandonados de La Rioja: Turruncún

Quien vive en una zona rural sabe de primera mano que la despoblación es un enemigo al que cuesta mucho vencer. Testigos de ello son los muchos pueblos abandonados que hay por toda España, y esta vez nos dirigimos hacia una zona donde por desgracia hay muchos. En las montañas entre Soria y la Rioja muchos pueblos han desaparecido, y nuestro destino de hoy es el despoblado riojano de Turruncún.

  


Lo primero que llama la atención es el nombre del propio pueblo. Hay diferentes teorías sobre el origen de esta palabra tan curiosa, desde que era el ruido de una piedra que tiraron rodando por el cauce del río Isasa a que se relaciona con el término en euskera iturri, que significa "fuente". Probablemente esta segunda teoría tenga más sentido, pero a veces la realidad supera a la ficción. 

El despoblado en la actualidad pertenece al municipio de Arnedo, y se encuentra en un paraje natural de gran interés no sólo por sus paisajes sino por la cercanía de importantes yacimientos de fósiles. En sus mejores momentos (hace ya más de 100 años) llegó a tener algo más de 300 habitantes que vivían principalmente de las minas de carbón que hay en la zona. Estas minas dejaron de funcionar, y con ellas el pueblo. Poco a poco fue perdiendo habitantes aunque se hicieron esfuerzos por conservar la población. De hecho el último edificio que se construyó en Turruncún fueron las escuelas en 1965, y es chocante que el pueblo se declaró oficialmente despoblado en 1975 aunque hay quien dice que todavía quedaba alguien hasta principios de este siglo.

Desde lejos el pueblo ofrece una bella estampa, con la iglesia presidiendo la escena.


 

Para empezar nos dirigimos a las escuelas, en las afueras del pueblo. Es evidente que es una construcción más moderna, y es una pena que no pudiesen funcionar durante más que unos pocos años.

Hablando de edificios más modernos, también encontramos unas barbacoas que sin duda son mucho más modernas


 Después vamos ascendiendo por las calles del pueblo con el objetivo de llegar a la iglesia. Ya poco queda de las casas, y las zarzas lo invaden todo.

 




 Y llegamos a la iglesia. Es el edificio más notable del pueblo, sobre todo por su torre de piedra y ladrillo.





 En el interior vemos que los vándalos llegan a todas partes, ya que además de graffitis vemos que han esparcido los restos de las sepulturas de los que allí descansaban...

 




Y nos despedimos echando un vistazo al lugar donde deberían descansar en paz los últimos habitantes de Turruncún. La despoblación no es cosa del pasado, y quién sabe cuántos de nuestros pueblos van a acabar así en los próximos años. 


10 de octubre de 2025

La Incineradora

En un paseo por la campiña inglesa, con una llovizna continua (allí lo llaman verano) y una estampa bucólica uno lo que menos espera encontrarse es una incineradora abandonada.

 

Después de convencer a un caballo que andaba por allí de que me dejara en paz pudimos acercarnos al edificio.

 




En el interior faltaban dos cosas: espacio y accesorios. La mayor parte del edificio la ocupaban dos enormes estructuras metálicas que eran los incineradores, y el poco espacio restante estaba dedicado a una minúscula oficina y el resto de la maquinaria necesaria para el funcionamiento de la planta.

 





















Las incineradoras no son del agrado de nadie, y ésta cerró en un momento en el que se intentaba reducir su número. Después de terminar de explorar el lugar, conseguimos salir sin que ningún caballo me siguiera a casa.

22 de agosto de 2025

Cuartel de Fajardo

Entre nuestras exploraciones por la milenaria Cartagena no podía faltar una visita al cuartel de Fajardo.

 

 

Su historia comienza con el Plan General de Defensa de 1860, también llamado Plan O´Donnell. Su propósito era alojar a la tropa que servía en las baterías costeras que defendían el lado oeste del puerto de Cartagena. Aunque el cercano Fuerte de Galeras ya existía desde casi un siglo antes se decidió que este nuevo cuartel era necesario, y paradójicamente casi desde que entró en servicio su propósito se estaba quedando obsoleto. Esto se debía a que las baterías existentes se estaban quedando obsoletas en la segunda mitad del S. XIX, y tuvo que construirse una nueva batería anexa al cuartel. 

Durante la Guerra Civil todas las baterías de costa de Cartagena tuvieron su relevancia (puedes leer aquí nuestro reportaje sobre la batería de San Leandro y el hundimiento del buque Castillo de Olite), pero después el cuartel fue quedando en un segundo plano igual que el resto de instalaciones defensivas más antiguas. En 1960 se retiran las piezas de artillería y el cuartel queda como depósito de munición y finalmente el cuartel se abandona en 1994. A partir de ese momento sufre además del desgaste propio del tiempo y la falta de mantenimiento un continuo expolio.

En nuestra exploración tuvimos que darnos prisa porque se nos echaba la noche encima, así que empezamos por las posiciones defensivas exteriores.


 
En la entrada nos quedó claro que estábamos en un cuartel artillero. También nos alegramos de que los vándalos respetasen las pinturas originales. 
 
  


Empezamos a recorrer las numerosas salas y túneles, y no tardamos en encontrar los depósitos de municiones artilleras.








 
Encontramos otras dependencias, como la barbería y la cantina. 
 


Con las últimas luces del día salimos al patio central, y desde allí visitamos las fortificaciones exteriores que nos quedaban.
 






 Y finalmente disfrutamos de la puesta de sol viendo los acantilados y el puerto de la milenaria Cartagena.
 




 
Para terminar, quién sabe si el Cuartel de Fajardo tendrá un futuro mejor. A mediados de 2025 el Ayuntamiento de Cartagena ha comprado los terrenos al Ministerio de Defensa, y la intención es convertir el edificio principal de cuartel en un alojamiento hotelero además de acondicionar toda la zona para senderismo. Esto se añade a las intenciones que hay de declarar Patrimonio de la Humanidad a todo el conjunto de baterías costeras de Cartagena, incluyendo también la Batería de San Leandro que ya exploramos.