Seguimos nuestra exploración en este internado, dejando atrás las zonas más oscuras del edificio.
El cambio es espectacular. Ahora la luz y los colores lo inundan todo en la sala más notable de los pisos superiores: la iglesia.
Lo que no hay es sonido, ya que en la sacristía encontramos los restos del armonio, las partituras y demás objetos de la liturgia.
Además de la iglesia encontramos más aulas con su equipamiento.
No podía faltar la biblioteca
Al ser un internado lógicamente había habitaciones para los internos...
Así como baños y vestuarios comunes.
Por último encontramos una sala de usos múltiples en la que había de todo un poco.
Con esto terminamos la exploración de este lugar, impresionante tanto por su tamaño como por la cantidad de objetos que nos contaban su historia pasada.
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