En este reportaje exploramos una de las localizaciones más curiosas de la EQ16: un parque de atracciones.
Estos lugares siempre tienen algo muy especial. No es frecuente encontrarlos, y mucho menos en las condiciones en las que lo encontramos nosotros. El parque estuvo abierto al público muy poco tiempo (poco más de 3 meses), y desde el principio las cosas no fueron bien. Se abrió sin muchas de las atracciones que ofertaban, y de hecho la montaña rusa nunca llegó a funcionar. En poco tiempo las malas experiencias de los asistentes al parque y los problemas económicos provocaron su cierre definitivo, que se disfrazó como "trabajos de mantenimiento".
Las noticias que teníamos sobre esta localización eran bastante confusas. De hecho, al principio no sabíamos si podríamos explorar el lugar. Después de una previa decidimos que merecía la pena intentarlo, y al día siguiente nos dispusimos a entrar.
Antes de nada, al entrar en un parque de atraccione hay que comprar el ticket de entrada.
Con nuestra entrada, la primera zona que exploramos fue la de piscina y césped. Esta zona abierta era uno de los principales reclamos cuando abrió el parque, ya que algunas de las atracciones más grandes todavía no estaban en funcionamiento. En las explanadas también se instalaban castillos hinchables y un campo de paintball.
Después nos dirigimos hacia la Enterprise, una de las atracciones fuertes del parque. La vemos parada, pero en funcionamiento se levantaba hasta un ángulo de casi 90º. Y las cabinas no tienen cinturones de seguridad de ningún tipo...
La siguiente atracción que visitamos fue el Twister. Se trata de una versión algo más suave del Enterprise.
Después nos encaminamos hacia la Shuttle, la atracción más potente de parque cuando abrió. Al menos ésta sí que tiene arneses de seguridad.
Nos acercamos a la "estrella" del parque, que no es otra que la Montaña Rusa. Por desgracia, su historia no es nada agradable. Cuando abrió el parque la montaña rusa no estaba lista aunque se había anunciado que sí lo estaría. Después, con el parque en funcionamiento, se fue retrasando más y más su puesta en marcha pese a que el parque se anunciaba con una foto de una montaña rusa... que no era la suya. Utilizaban una imagen de una montaña rusa mucho más moderna, y al final lo que se prometía como una atracción último modelo resultó ser algo bastante pasado. Esto fue muy mal recibido por el público, que esperaba la atracción espectacular que se había prometido, y en vez de eso se encontraron con un modelo propio de los años 70. Y como broche de oro, parece ser que debido a los retrasos de la puesta en marcha y a la corta vida de este parque de atracciones la montaña rusa nunca llegó a funcionar.
Y de nuevo, medidas de seguridad "relajadas". Un cinturón de seguridad de dudosa utilidad, ¡y listo!
La última atracción que visitamos es la más potente de todo el parque: la Torre Radical. Aparte de ser un gran observatorio en ella se instaló una tirolina y también se podía practicar puenting desde ella. Sin duda esto era un gran reclamo ya que no es nada frecuente encontrar algo como el puenting en un parque de atracciones. Al menos esto sí que funcionó, pero tampoco estuvo libre de polémica.
Saltar desde esa altura tiene que ser toda una experiencia, y aún más si te sucede lo mismo que le pasó a un asistente al parque. Por aquel entonces ya eran evidentes los problemas financieros y el público estaba bastante harto del mal trabajo realizado por el personal del parque. Muestra de ello es que cuando esta persona pagó el ticket de puenting (nada barato y no incluído en la entrada al parque) al llegar arriba se encontró con que nadie estaba ahí para colocarle el arnés y las cuerdas. Después de esperar un rato, alguien apareció, y al pedir que le atendiesen la respuesta que obtuvo es que se pusiera el equipo él mismo. Ni que decir tiene que saltar sin que un profesional garantice tu seguridad es básicamente un suicidio, pero deja bastante claro cuál era la situación del parque.
Y para terminar decidimos visitar el resto de instalaciones que no son atracciones, como las oficinas, los vestuarios, la cafetería... Primero nos dirigimos a las oficinas y la tienda de recuerdos, donde no queda mucho que nos cuente la historia del parque.
Los vestuarios, con taquillas para el público.
Los servicios y su cartel explicativo...
Y finalmente llegamos a la zona que sí que ha sido vandalizada: el puesto de primeros auxilios y la cafetería. Más que vandalismo lo que ha habido es saqueo, ya que aparentemente se han llevado todas las instalaciones.
Terminamos la visita evitando por los pelos a la policía y a la seguridad privada del lugar. Pocas veces hemos estado tan cerca de que nos pillen, y además por partida doble. Y cómo no, agradecer a todos los que nos acompañaron el haber estado allí porque pasamos una gran EQ16. ¡Muchos saludos para Dani, Sara Marc, Esther, Igor, Miki y Aban!
Me alegra ver una publicación vuestra por fin !
ResponderEliminarQue recuerdos de Portugal ...
Sin duda volvería.
Buen reportaje ! Lo mejor del Camané Park no obstante ... es el cartel del baño de mujeres jaja