Muchas veces se dice que en España cualquier sitio tiene siglos de historia, y esta exploración lo demuestra. Nos dirigimos a un lugar que en la actualidad está despoblado pero lleva a sus espaldas 5 siglos de idas y venidas: el Coto Bahezuela.
Sus orígenes se remontan al S. XV, concretamente a 1433 cuando León Alonso de Laguna, Aposentador de los Reyes Católicos creó diversos mayorazgos en la zona. En este caso Baezuela (el nombre más frecuente) perteneció al mayorazgo de los Mendoza de Alcalá. Las crónicas nos dicen que tenía una casa principal de 2 plantas con oratorio y sacristía, además de las viviendas para el servicio, casa de guardia, cuadras, corrales, hornos de ladrillo y dos norias.
A finales del S. XVIII pertenecía a Pompeyo Carafa, quien pidió permiso al rey Carlos IV para venderlos. Así Baezuela pasó a manos de Isidoro García Vicente, quien tampoco estaba en una situación económica muy holgada. Tanto es así que en 1802 estaba arruinado y tuvo que liquidar sus propiedades para pagar a sus acreedores, entre los que estaba el propio Pompeyo Carafa. Sorprendentemente fue el propio Carlos IV quien pidió que Baezuela se vendiera a la corona, que aparte de tener que pagar por comprar la propiedad tenía que pagar unos réditos anuales a Pompeyo Carafa por la deuda contraída por Isidoro García Vicente. La operación se completó el 8 de marzo de 1805.
Por si no era lo suficientemente retorcido el tema, en 1808 comenzó la Guerra de la Independencia contra la invasión francesa y la administración pública quebró. Pompeyo Carafa estaba del bando de José Bonaparte, hermano de Napoleón que fue rey de España entre 1808 y 1813 (y le llamaban Pepe Botella), y exigió al nuevo rey que se le pagasen lo réditos que se le debían desde 1807 y que además se le dieran más Bienes Nacionales si la corona seguía quedándose con Baezuela. En vez de eso por orden del propio José Bonaparte en 1810 se anula la venta de Baezuela a Carlos IV, y vuelve a manos de Pompeyo Carafa. No podía acabar aquí la cosa: al final de la Guerra de la Independencia Baezuela vuelve a ser propiedad de la Corona. Posteriormente llegó la Desamortización en 1865, y en ese momento Baezuela ya se vendió a propietarios particulares y no a nobles.
Ya en el S. XX sabemos que allá por 1913 se probó en las tierras de Baezuela, por entonces pertenecientes a los Señores de Ramiba una novedad tecnológica: el moto arado Stock, de ingeniería alemana. La máquina demostró que era capaz de arar 6 surcos tanto en tierra suelta como terreno compactado. Con el paso del tiempo al final el Coto Bahezuela quedó abandonado.
Y aquí empieza nuestra exploración. Primero accedemos a uno de los almacenes, atravesando muchos cardos y maleza.
Desde ahí nos dirigimos al edificio principal, que es el mejor conservado.
Y en ese momento hay dos puertas, así que entramos por la primera y nos encontramos con la capilla que ya aparece mencionada en los documentos más antiguos,
La siguiente puerta nos lleva a la casa, donde el vandalismo ya ha hecho de las suyas.
Algo curioso que encontramos es este graffiti de antaño escondido tras una capa de yeso más moderna.
Para el futuro de Baezuela se propuso convertir la zona en una urbanización que daría cabida hasta a 39.000 personas con toda la retórica que envuelve a un previsible pelotazo urbanístico (sobre todo llamándose el proyecto New Town Ecológica Campo Henares), y también convertirlo en una zona verde para evitar el crecimiento de las zonas urbanas. Quien sabe qué acabará pasando...










