En este reportaje exploramos la Ermita del Santo Cristo de Talaván, famosa por sus figuras de dientes afilados.
Aunque no hay muchos testimonis escritos, la inscripción que recorre el borde de la cúpula nos la sitúa en 1628. En aquel momento se construyó siguiendo un estilo bastante irregular, tanto que la cúpula sólo es aproximadamente redonda sobre una sala hexagonal también irregular. La arquitectura no era sobresaliente, pero las pinturas son de un estilo muy particular que no se da en ningún otro lugar ni en otro momento. Estamos ante un curioso ejemplo de esgrafiado cacereño que bien merece la pena conservar.
La ermita fue lugar de culto durante al menos un siglo, pero en 1790 hay un documento que ya dice que se encuentra en ruinas. El estado de abandono empeoró con la desamortización y la ermita fue modificada cuando el ayuntamiento la adquirió y la convirtió en el cementerio municipal. Se construyeron unos nichos en la nave principal, y estuvieron en funcionamiento hasta 1928, fecha en que se construyó el actual cementerio de la localidad. Desde ese momento el abandono es total, y así hemos llegado hasta nuestros días.
Una historia curiosa y que encaja muy bien con el ambiente siniestro del lugar es la de la momia que allí se encontró. Con el abandono de los nichos del viejo cementerio, se sucedieron las profanaciones de las tumbas. Un día, dentro de una de las tumbas profanadas apareció el cuerpo incorrupto de una mujer. Como suele pasar, se le atribuyeron poderes milagrosos y durante el tiempo que el cadáver siguió en el nicho se le rezaban oraciones porque tenía fama de santa. Finalmente el cuerpo fue enterrado.
Bajo un sol de justicia llegamos a la ermita, y nos disponemos a explorar el lugar.
Cruzamos la tapia casi derruida y entramos al recinto del cementerio, donde se encuentran los nichos, en su mayoría abiertos. Era la nave principal de la ermita.
Tras en cementerio se encuentra la pequeña ermita. En los arcos hay unos medallones con figuras extrañas. Son un adelanto de lo que se encuentra más adelante.
Una vértebra cervical...
En el medallón de la derecha hay un ser extraño mitad humano y mitad planta. Cosas así se ven en en el Manuscrito Voynich, que sigue siendo un misterio indescifrable.
Y llegamos a la cúpula. Sobran los comentarios,
En un lateral encontramos lo que queda de la sacristía.
Como siempre, lo que queremos con nuestros reportajes en lugares históricos es llamar la atención sobre el valor del patrimonio que se está perdiendo. La ermita está en la Lista Roja de patrimonio, y también se quiere poner en marcha algún proyecto que evite su desaparición. Esperamos que se haga algo por conservar este edificio único.